Cuando se va tan lejos y tan alto, se reconoce uno bien en un estado de imaginación abierta. La imaginación entera, ávida de realidades, de atmósfera, aumenta cada impresión con una imagen nueva. El ser se siente, como dice Rilke, en la víspera de ser escrito. “Esta vez voy a ser escrito. Soy la impresión que va a transponerse”
La propiocepción y los sentidos ocultos
Ella comprendió que esta «propriocepción» es como los ojos del cuerpo, es la forma que tiene el cuerpo de verse a sí mismo. Y “si desaparece, como en mi caso, es como si el cuerpo estuviese ciego”.
Eve Bailey, esculturas para bailar
Un elemento así, definitivamente debería estar en todas partes: en las oficinas, en las escuelas, en las calles, o en el salón de mi casa. Es orgánico y atrayente, y, lo más importante, invita a repensar nuestra actitud sobre la idea de “sentarse”, precisamente porque plantea todo tipo de posturas cambiantes, y rechaza la idea de una sola postura “correcta”.
Del espacio al cuerpo, o la dimensión poética del vacío
No sé si puede existir una noción que contraste más con nuestra concepción occidental del tiempo y el espacio, desconectados entre sí. La idea radical de que el espacio vacío no existe, que el tiempo llena los espacios y los relaciona. Me transporta a un tiempo mucho más sostenido y a un movimiento más atento y cuidadoso, a una atención hacia todo lo que me rodea, a una presencia más consciente.