La relación entre poesía moderna y el cuerpo en movimiento no es que sea muy directa, tal vez ni siquiera exista, pero la primera vez que leí y escuché el poema de John Yau “830 Fireplace Road”, sentí que alguien había conseguido condensar en palabras un hecho artístico primordial: la indiferenciación del artista con su creación, algo que yo conozco como embodiment.