No sé si puede existir una noción que contraste más con nuestra concepción occidental del tiempo y el espacio, desconectados entre sí. La idea radical de que el espacio vacío no existe, que el tiempo llena los espacios y los relaciona. Me transporta a un tiempo mucho más sostenido y a un movimiento más atento y cuidadoso, a una atención hacia todo lo que me rodea, a una presencia más consciente.