La tesis es que el cuerpo posee un tipo de memoria distinta de lo que habitualmente consideramos como memoria (es decir, los recuerdos en nuestra mente). La idea no es nueva, pero vamos a profundizar en ella y veremos que la memoria del cuerpo se adquiere en formas distintas, que influyen claramente en nuestros comportamientos y actitudes presentes. Fuchs distingue seis formas en las que el cuerpo incorpora todo aquello vivido, relacionadas con los distintos aspectos que constituyen la relación entre nosotros y nuestro entorno. Por orden: nuestros hábitos, nuestro espacio, nuestras relaciones, nuestra cultura, la experiencia del dolor físico y la del dolor emocional.