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a/r/tografía + investigación basada en el arte

Muchas veces es difícil racionalizar la experciencia sensible, corporal, táctil, emocional y de descubrimiento que conlleva la práctica de la danza y el movimiento consciente. Más difícil aún es conceptualizar esas vivencias, porque ciertas dimensiones vienen genuínamente mediatizadas por la experiencia en sí misma. Así sucede también en otras artes: en el proceso creativo adquirimos nuevas comprensiones y profundizamos en diversos aspectos de nuestro conocimiento, pero compartir esas comprensiones puede resultar muy difícil, especialmente porque estamos hablando de una experiencia subjetiva e íntima.

Los procesos artísticos se tiñen de subjetividad: aquello personal y, ojalá, genuíno (la propia psique, vivencias, circunstancias, cultura, etc.) traspasa el cuerpo para impregnarse en el medio (la voz, el lienzo, el instrumento, el texto, el movimiento, la composición espacial…) En esa subjetividad y la tremenda herejía que supone todo lo que no es mesurable y contrastado en el ámbito académico y científico, radica tradicionalmente la dificultad de aceptar la obra artística como forma de indagación, de investigación, de descubrimiento de certezas y verdades.

Sin embargo, sabemos que algo universal, o algo profundamente cierto, también se destila y permanece en la obra de arte. La creación en sí misma puede irradiar una empatía que relativiza la subjetividad: una novela, una ficción que es capaz de acercarnos más a ciertos procesos históricos que muchos libros de historia; un lienzo o una arquitectura que revelan procesos psicológicos compartidos, a veces reflejo de toda una sociedad; una fotografía de implicaciones mucho más profundas que el retrato de un instante, una performance que desafía los conceptos establecidos y prepara nuevas vías de expresividad colectiva… Aquello que nos impacta, que nos emociona, despierta muchas veces comprensiones y momentos de epifanía que nos transforman, que nos llevan a nuevas dinámicas, a nuevas perspectivas.

M. Morilla. 2016. Collage.

En 1993, Elliot Eisner sienta las bases para incorporar los procesos que intensifican las cualidades estéticas en la investigación educativa y en sus resultados como una forma válida de trabajo académico, y aquí tenemos los inicios de la Investigación Basada en Artes. Más tarde, en 2003, Rita Irwin define la A/r/tografía como modalidad metodológica para la investigación basada en las artes:

La A/r/tografía eclosionó en la Universidad de la Columbia Británica con el brillante acierto de su denominación. Cada una de las letras de la palabra inglesa ‘art’ [arte] corresponde a la primera letra de tres palabras inglesas ‘artist’ [artista], ‘researcher’ [investigador/a] y ‘teacher’ [profesor/a]. Este acróstico funciona también para ‘arte’ [art], ‘investigación’ [research] y ‘enseñanza’ [teaching], y de hecho se utiliza indistintamente en uno y otro sentido, o bien para referirse a la persona que hace a/r/tografía o bien para la acción a/r/tográfica. Pero el énfasis en la incardinación personal (artista+investigador/a+profesor/a) es importante debido a que conecta con los conceptos de ‘pensamiento encarnado’ [embodied thought] y de ‘actividad situada’ o ‘pensamiento situado’ [situated activity, situated cognition] que afirman que el pensamiento es inseparable de la acción y de los contextos sociales y culturales.

Marín-Viadel, R.; Roldán, J. (2019) A/r/tografía e Investigación Educativa Basada en Artes Visuales en el panorama de las metodologías de investigación en Educación Artística. Arte, Individuo y Sociedad 31(4), 881-895.

Para el arte performativo, el movimiento y la danza en el espacio, -y esto aplica en cualquier formato artístico-, encontrar una forma de compartir la experiencia y la comprensión que nos brinda esa experiencia será el eje de la práctica de investigación a través de las artes. Puede usarse para comprender procesos psicológicos individuales y grupales; para comprender un espacio y sus funciones o cuestionar y transformar los elementos que nos rodean; para generar nuevas perspectivas del propio cuerpo; para comprender las implicaciones físicas, emocionales e incluso sociales de un diseño; etc.

La clave estará en poner palabras al proceso: describir, descifrar, encontrar analogías y metáforas, expresar en nuevas combinaciones de palabras… a veces, retirar los filtros, permitir que las palabras salgan a raudales sin restricciones ni auto-censuras. Son procesos muy cercanos a los procesos arte-terapéuticos y, por lo mismo, tremendamente reveladores. Posteriormente, revisar, depurar, contrastar: encontraremos temas recurrentes, palabras resonantes, derivadas, sinestésicas; direcciones y volúmenes, capas; silogismos aparentemente absurdos, relaciones imposibles o contradictorias. Es como encarnar el arquetipo del loco en el Tarot: ser insensatos mientras desvelamos verdades ocultas; ser desordenados y extrañamente acertados. Desde ahí, activar las iteraciones, tirar de los hilos que más nos seduzcan, llegar a lugares insospechados…

Estar comprometido en la práctica de la a/r/tografía significa indagar en el mundo a través de un proceso continuo de creación artística, en cualquier especialidad artística, y escribir no separada o ilustrativamente, sino de forma interconectada y tejida con lo anterior para crear nuevos o más amplios significados. El trabajo a/r/tográfico se realiza, a menudo, a través de los conceptos metodológicos de contigüidad, indagación vital, aperturas, metáfora/metonimia, reverberaciones y excesos que se representan y se presentan o ejecutan cuando una indagación estética relacional se visualiza como conocimiento encarnado en las interconexiones entre arte y texto, y entre las identidades de artista/investigador/docente, entendidas en un sentido amplio.

Irwin, R. L. (s, f.). A/r/tography. About [Declaración de principios]. Recuperado de http://
artography.edcp.educ.ubc.ca/?page_id=69

Ehrenzweig comenta sobre la creación artística que “el progreso de la articulación artística tiende a transmutar más y más los elementos formales inarticulados (que en la superficie parecen irregularidades “accidentales”) en gestalt precisos y bien anudados”. Me parece que la descripción aplicaría en el desarrollo de la investigación a través del arte. Bergson reflexiona en este sentido: “todo pensamiento creativo empieza con un estado de visión fluida comparable a la intuición y del que, sin embargo, emergen después las ideas racionales”. Son comentarios en relación a la percepción artística*, pero aplicables a la conexión entre la experimentación y la comprensión, y la trasmisión, la comunicación de nuestras “conclusiones” desde esa experimentación.

Así, en ciertos contextos docentes y de investigación, experimentamos y reconocemos el arte como fuente de conocimiento. Afortunadamente, este camino se da más y más en el ámbito universitario, que reconoce de forma cada vez más abierta la aportación de la creación artística como fuente viable no sólo para la enseñanza, sino también para la investigación y el desarrollo de todo tipo de disciplinas.

La Investigación Basada en Artes y la A/r/tografía ya no son solo una promesa de posibilidades, sino una realidad académica. El número de manuales, monografías, artículos de revista, congresos especializados y tesis de doctorado aumenta constantemente. Y también lo hacen otros territorios estrechamente entrelazados, tanto en el ámbito universitario, como es el de la ‘Investigación Artística’ [Artistic Research] (Varto, 2018, Wilson y van Ruiten, 2013), como en el ámbito artístico: el ‘Arte Comunitario’ (Finkelpearl, 2013), la ‘Práctica Artística socialmente
Comprometida’, o el ‘Artivismo’ (Poch y Poch, 2018).
Como la tendencia metodológica actual no es tanto marcar diferencias como establecer sinergias, la Investigación Basada en Artes y la A/r/tografía pueden nutrirse, acompasarse y fundamentarse en un amplio espectro de territorios paralelos. ¿Cómo establecer diferencias entre un proyecto a/r/tográfico y un proyecto de arte participativo y comunitario? ¿Acaso las personas participantes tanto en uno como en otro no están aprendiendo y por lo tanto podemos hablar de un acontecimiento que
también es educativo, además de artístico?

Marín-Viadel, R.; Roldán, J. (2019) A/r/tografía e Investigación Educativa Basada en Artes Visuales en el panorama de las metodologías de investigación en Educación Artística. Arte, Individuo y Sociedad 31(4), 881-895.

Tal vez lo que personalmente me parece más destacable del trabajo a/r/tográfico es su capacidad de generar un nuevo equilibrio entre “ciencias” y “humanidades”, que, además de incorporar la estética, permita la implicación emocional, y que sea accesible a cualquier persona intelectualmente curiosa sin que eso obligue necesariamente a apartar la propia sensibilidad o los propios valores en aras de una supuesta primacía de lo reproducible, de lo mesurable o de lo “objetivo”. En ciertas disciplinas, esto no es sólo un error, ha sido y es, una gran pérdida.

Vale la pena el paper de Marín-Viadel y Roldán, una introducción al Art-Based Research y a diferentes metodologías a/r/tográficas, nuevos conceptos clave y fuentes de referencia. De ahí salen (casi) todas las citas de este artículo.

Además,
*A. Ehrenzweig. Psicoanálisis de la percepción artística. 1965. Colección Comunicación Visual. Ed. Gustavo Gili.